jueves, septiembre 30, 2010

Un viaje de un año y medio en la web

Pasó el tiempo desde mi última entrada ¡y cómo pasó! Sin notarlo, sin darme cuenta… pero también ha sido un camino tan lleno de actividades que, al mirar atrás, me sorprende todo lo hecho.

Durante este año y medio mil veces me asaltó la inquietud de "publico o perezco". Pero ¿qué hacer cuando la energía se va en la vida, el amor, el trabajo, la familia, la casa, la web?

¿Qué hice este año y medio? Mejor, ¿qué hice en la web? Diseñé y facilité 8 cursos, tomé 6 cursos, interactué con más de 400 personas en la relación profunda que se da en los entornos de aprendizaje virtual, hice nuevos amigos y profundicé viejas amistades, amplié equipos de trabajo, integré redes, probé montones de herramientas TIC nuevas y mejoré el uso de las viejas, redacté tutoriales, intervine en talleres, escribí y produje recursos de aprendizaje, diseñé actividades lúdicas, interactué en infinitos correos, mantuve cientos de conversaciones a distancia, aprendí, aprendí, aprendí…

¿Voló el tiempo en realidad? ¿O cada día el tiempo me trajo una nueva riqueza, una nueva alternativa, una nueva oportunidad?

Es verdad, no publiqué nada en el blog en un año y medio… ¡Pero estuve en tantas otras partes de esta aldea virtual!

Así el blog se convirtió en esa pequeña estación de trenes que visito solamente cuando el tiempo me sobra, cuando el tren del tiempo se detiene, cuando el tiempo me ofrece un espacio, lejos de las actividades de aprendizaje, lejos de la acuciante cotidianeidad, lejos de otras prioridades vitales.

Vuelvo al blog cuando el neg-ocio me da tregua y cuando decido que el ocio puede emplearse para compartir en este espacio, una de las tantas paradas de mi viaje en la web.